El signo de Leo, se corresponde con los arcanos XI y el XIX, es decir La Fuerza y El Sol. A las personas de Leo se las conoce por arriesgarse para mostrar y expresar quien es ante los demás. Busca constantemente diferenciarse y encontrar el elemento que lo haga único para decir “soy yo, aquí estoy”. En el camino, en esa búsqueda de personalidad, hau sinceridad, coraje aunque también egoísmo y exhibicionismo infantil.
Muchas veces Leo intenta brillar para ser admirado, en lugar de ofrecer su luz. Esto lo llevara a caer en la sobrevaloración escondiendo un complejo de inferioridad tras la apariencia de tremenda seguridad.
A las personas de Leo, les cuesta admitir el fracaso; especialmente en aquellas situaciones que no reciben elogios o no reciban la imagen que ellos están esperando que se proyecte. Es difícil, por ello lograr mantener amistades o contactos de personas que no lo valoran. El Arcano El Sol es el regente de este signo y le aporta la energía vital en si mismo.
Es importante que Leo se reconozca como parte de una totalidad, para comprender que cada ser humano es único y que nadie es mejor que nadie. Evitar los falsos egos y expresarse sin la necesidad de interpretar papeles para agradarle a todo el mundo, lo llevara a encontrar la verdadera personalidad.
Leo toma constantemente riesgos personales, así como mostrarse ante los demás sin el miedo a hacer el ridículo y poder decir en voz alta quien somos y que venimos a hacer allí o a esa situación. Leo es un animar constante, necesario en todos nosotros para hacernos valer en una sociedad donde los estereotipos, las modas y las costumbres terminan por no diferenciar entre persona y persona.